sábado, 21 de marzo de 2015

08 Despertar

Duele. Todo mi cuerpo, de pies a cabeza. No sé donde estoy, diría que estoy tumbado en un lugar cómodo, una cama quizás, sobre una superficie acolchada en todo caso; ¿estaré muerto, enterrado ya? No parece,  el pecho va a explotarme. Trato de recordar lo que me ha llevado allí, pero me cuesta tanto concentrarme...Por fin soy capaz de abstraerme del sufrimiento, pongo toda mi energía a trabajar y mis párpados comienzan a abrirse como una vieja puerta de garaje, con gran esfuerzo. La luz me ciega, cuesta habituarse a ella, como si me negara el regreso al mundo de los vivos. No cedo, ya puedo reconocer...sus ojos.

Grandes como el universo, muero en ellos, siento mi voluntad correr hacia otro lado, dejándome desnudo y débil. Recuerdo la última vez que los vi, esos ojos, hace muchos años ya, el día que dejé todo aquello atrás, en el que ella me llevó en su coche a la que es mi casa y prometió que nos volveríamos a ver. Ya hace tiempo que dejé de esperar. A veces sentado en mi jardín  mi vista se desvía al lugar por donde la vi marchar en su bonito coche rojo. Unas veces sonrío y espero que todo le vaya bien, otras no.

domingo, 13 de julio de 2014

07 Salida Nocturna

Fuera de la casa, de frente a la puerta principal, duda si echar la llave. Meses preparando ese momento, y siente el fracaso llegar en forma de pequeños detalles. En un instante se rehace, se calma  y gira sobre sí misma. Allí están sus hijos, cogidos de la mano a la intemperie,  muertos de sueño, frío y miedo. Marcos habla a su hermana, intenta reconfortarla, le dice lo que su madre no para de repetir, que papá se reunirá con ellos mañana.

María coge a sus hijos, cada uno de una mano, y avanza calle abajo, hacia el extremo oriental de la urbanización. Más allá el camino continúa, pero no así el alumbrado. Hace frío, se detiene para asegurarse de que los niños están adecuadamente abrigados, ajusta sus gorros, abrocha aquí y allá los botones perezosos de sus abrigos, les abraza y les dice que tienen que ser valientes. Pilar a duras penas puede contener sus lágrimas, se siente triste y desorientada, pero nota la mirada severa de su hermano sobre ella y no quiere defraudarle.

sábado, 17 de mayo de 2014

06 Marina - Junio 2001

La luz filtrada por la rendija de la ventana la trae a su nueva vida. Sin abrir lo ojos, arquea su cuerpo desnudo y sólo envuelto en una sábana de satén sobre la cama,  buscando con sus largas piernas  una compañía que sabe inexistente. Marina ha roto una relación de diez años la noche anterior, y aunque ha sido una decisión muy meditada, la resaca le espera larga y destructiva.

El silencio reemplaza ahora el sonido contenido de la habitual actividad matutina de Alejandro, que siempre se levantaba algo antes que Marina, y que le servía de despertador. Finalmente, sus ojos verdes se acomodan a la claridad , su mundo le parece de repente más pequeño.
A sus treinta y tres años, Marina tiene una honda sensación de fracaso. Ser una renombrada psicóloga y especialista del comportamiento en situaciones de estrés le ayudan a entender sus reacciones, pero no a abstraerse del  sufrimiento.
   
Decide ponerse en movimiento, Alejandro vendrá hacia mediodía con unos amigos a recoger sus cosas y no quiere estar allí para entonces. Además tiene que dar clase al grupo "S" esa tarde en la Universidad y necesita preparar el material. Se ducha, se lava y arregla su larga melena castaña, se pone un vestido rojo que ensalza su figura y de paso le hace sentir algo mejor, coge su mochila, con su portátil,  libros, cuadernos y bolígrafos, y sale de casa.

domingo, 4 de mayo de 2014

05 En el Avión

Ángel observa a su antiguo compañero de academia con curiosidad, como decidiendo si su presencia es en sí una buena o una mala noticia. Se siente cansado, sólo las altas dosis de adrenalina que circulan por su organismo le mantienen despierto. Eso, y el almohadazo propinado por Carlos. Se siente frustrado: quizás el sueño ayudara a que todo aquel circo extravagante, con sus monstruos y sus enanos desaparecieran. Quizás despertara en su casa y su mujer y sus hijos siguieran allí.

- Hola Carlos - sonríe -. ¿De vacaciones?

Carlos quiere contestar, pero Ángel lo interrumpe, con un ademán le indica que no ha terminado.

- ¿No habrás venido a matarme, no? - susurra pausadamente mientras con sus manos recorre su cara, tratando de espabilarse-. En un avion...Podrías, claro, al fin y al cabo tú te dedicas a eso - toma un buen trago de su Gin Tonic medio aguado por el hielo derretido mientras se toma el tiempo de seguir pensando. Hace una señal a la azafata para que les sirva otro par. - No- devuelve su atención a Carlos y continúa-. No me matarás - confirma casí más para convencerse a sí mismo que otra cosa-. Estás aquí porque la Agencia cree que puedo confiar en ti y todavía ve en mi un activo valioso, al menos de momento...

Carlos parece divertirse mientras deja a Ángel explayarse, ya ha soltado la almohada con la que le ha golpeado y ahora tiene los brazos cruzados sobre su pecho, sin apartar la vista de su antiguo compañero. Vestido impecablemente con unos chinos Armani blancos, y una camisa de lino azulona, a juego con sus zapatos , su muñeca luce bien un Panerai Luminor con la correa de piel gastada muy castigada y el plexiglas visiblemente rayado, al que mira de cuando en cuando. Su colección de relojes ha sido siempre su pasión declarada que exhibe orgullosamente a todo el que quiera verla . Espera pacientemente hasta que su interlocutor termina de hablar, al fin decide que su turno ha llegado.

domingo, 30 de marzo de 2014

04 Un Vecino en la Noche

A Rafael el suave sonido del motor le sorprende en la cocina, donde como todas las tardes se prepara un zumo de verduras, hoy con tomate, pepino y limón. Se observan sin embargo pequeñas diferencias con otras tardes similares, pongamos ayer. Ayer sus manos se mostraron mucho más firmes y hábiles cortando y licuando lechuga, pimiento verde, apio y manzanas, Rafael disfrutaba más del momento, dejándose llevar por la envolvente música de Gregory Porter que se escuchaba a través del hilo musical en todas las estancias de la casa. Hoy el silencio es la única banda sonora que le acompaña, un silencio roto quizás antes de lo esperado por el sonido del coche de Angel.

"Se ha adelantado"- piensa, aunque en realidad no le importa. Lo deja todo y se dirije a toda  prisa a la puerta principal de la casa. A través de la mirilla alzanza a ver cómo el BMW X3 negro de su vecino desaparece tras la última curva antes de llegar a su destino con los últimos rayos de sol del día. Es la señal.

Hace ya más de cinco años que Rafael vive en la urbanización. A sus casi cincuenta años reconoce haber encontrado allí algo muy parecido a un  hogar. Participa muy activamente en la vida de la comunidad y la suya es una puerta a la que sus vecinos no dudan tocar en busca de una buena conversación alrededor de una cerveza. Todos lo envidian por su prejubilación dorada, y aunque hubo un tiempo en el que se hablaba a sus espaldas por no conocérsele personas allegadas, del tipo  una mujer, una novia o un hermano, poco a poco supo derribar barreras y labrarse el cartel de buen vecino. No por nada su barbacoa de bienvenida al verano se ha convertido en un evento social en la zona, sin ignorar el hecho de que su propiedad es con diferencia la de mayor tamaño de parcela de la zona y por su posición un lugar de referencia inevitable en la urbanización.

domingo, 16 de marzo de 2014

03 Hoy y Mañana

"Check the date / Take the flight".

Quienquiera que sea la persona detrás de la nota, ha evitado dejar muestra de su caligrafía, así que Angel memoriza su contenido en el mismo Arial 10 con el que se ha compuesto y vuelve a guardarla en el sobre junto con el pasaje Madrid-Atenas de mañana domingo 22 de marzo.

Se sienta delante de su escritorio y comienza  a hacer acopio de datos y a las seis de la mañana  ya ha obtenido algunos resultados a pesar del cansancio. La memoria de su teléfono la encuentra borrada, sin registro de llamadas ni mensajes. Al menos la SIM se encuentra activa. En cuanto al ordenador, parece que todo está ahí, que el sistema de encriptación de su disco duro ha sido capaz de evitar la intrusión en sus archivos. Sin embargo desecha este pensamiento casi instantáneamente, un disco duro no puede ser un problema para quien haya hecho volatilizarse a su familia en mitad de la noche, simplemente el contenido de su disco duro no interesaba.  Revisa el estado de sus cuentas bancarias, todo en orden.

Se siente a merced de la situación, pero al mismo tiempo intenta estructurarse para reaccionar: "Necesito método", se dice. En un folio en blanco y como tantas otras tantas veces, decide describir los hechos relevantes e intentar elaborar un camino crítico para resolver el problema. Sin embargo el sonido de su móvil le interrumpe apenas garabateadas cuatro líneas: NUMERO OCULTO parapadea frente a sus ojos. Decide contestar.

Alguien que se identifica como del servicio de atención al cliente de Iberia le informa de que se le está esperando en la puerta de embarque número 25 de la Terminal 3 del aeropuerto de Barajas. Angel replica que debe tratarse de un error, que su vuelo no sale hasta mañana, día 22. La voz femenina insiste: efectivamente el vuelo está previsto para HOY, día 22. "Check the date" Abre entonces la edición digital de un periódico al azar y para su asombro acredita que su interlocutor lleva razón, que los golpes siguen cayendo. Se obliga a no bloquearse, a subirse a la ola de una vez. La mujer al otro lado del teléfono le confirma que tiene instrucciones claras de no dejar salir el vuelo sin él, y se ofrece a enviarle un taxi inmediatamente a su domicilio.Angel acepta, cuelga el teléfono y se precipita a organizar su equipaje.

domingo, 9 de marzo de 2014

02 Madrugada

Despierta y abre los ojos. La oscuridad es abrumadora. Despacio, acomoda su cuerpo para ver el reloj digital que sobre su mesilla y en grandes caracteres luminosos rojos grita 4.43.

En silencio, sin moverse, con los números reflejados en sus pupilas, Angel trata de recomponerse, de ordenar sus ahora convulsas ideas, de buscar un sentido a un escenario fuera de su comprensión. Se siente traicionado, desfondado y al borde de un ataque de ansiedad.

"Reacciona". Una poderosa voz dentro de él le obliga a pensar en términos prácticos, el hombre es una especie superviviente y eso significa saber caminar sobre el alambre incluso cuando el alambre ha desaparecido. "Si no existe, lo inventas", la coletilla que tantas veces usara su padre le viene a la cabeza.

4.44 . Angel se esfuerza por  ser más consciente de un entorno que ya no se limita a una oscuridad salpicada de rojos. Evalúa la  temperatura ambiente de la habitación, identifica la sinfonía de pequeños sonidos nocturnos que le ofrece el hasta esa noche su hogar, como el de la caldera que regula la calefacción que por las noches se queda encendida. Inesperadamente Angel se pone en alerta.

4.45. Entiende que María no está a su lado

Se incorpora, y salta de la cama. Todavía descalzo, se precipita fuera de la habitación encendiendo luces y llamando en susurros primero, y a gritos después, a María y los niños. Encuentra las  habitaciones de los pequeños llenas de vida: los escritorios con multitud de lápices, pinturas y  papeles garabateados, juguetes en el suelo y toneladas de ropa en los armarios. Una felicidad interrumpida por la ausencia inevitable de Pilar y Marcos.